Áreas de la DigCompEdu
El marco de DigCompEdu se identifica con 6 diferentes áreas en las cuales las competencias digitales de los educadores se expresan en un total de 22 competencias. Las seis áreas son las siguientes:
1) Compromiso Profesional: La competencia digital de los educadores se expresa en su capacidad de usar tecnologías digitales, no solamente para mejorar la enseñanza, sino también para sus actuaciones profesionales con amigos, alumnos, padres y otras partes interesadas, por su desarrollo profesional individual y por el bien colectivo y la continua innovación en la organización y en la profesión.
2) Recursos digitales: Los educadores se enfrentan actualmente a una gran cantidad de recursos digitales (educativos) que pueden utilizar para la enseñanza. Una de las competencias más importante que cualquier educador necesita tener es aceptar esta variedad, identificar de manera correcta los recursos que mejor se adapten a sus objetivos de aprendizaje, grupo de estudiantes y estilo de enseñanza, estructurar la riqueza de materiales, establecer conexiones, agregar para desarrollar recursos digitales para apoyar su enseñanza.
Al mismo tiempo, deber ser conscientes de cómo usar y administrar de manera responsable el contenido digital. Deben respetar las normas de derechos de autor al usar, modificar y compartir recursos, y proteger el contenido y los datos confidenciales, como los exámenes digitales o las calificaciones de los estudiantes.
3) Enseñando y Aprendiendo: Las tecnologías digitales pueden mejorar las estrategias de enseñanza y aprendizaje de muchas maneras diferentes. Sin embargo, cualquiera que sea la estrategia o el enfoque pedagógico que se elija, la competencia digital específica del educador consiste en ordenar efectivamente el uso de las tecnologías digitales en las diferentes fases y entornos del proceso de aprendizaje. La competencia fundamental en esta área, y tal vez en todo el marco, es 3.1: Enseñanza. Esta competencia se refiere al diseño, planificación e implementación del uso de tecnologías digitales en las diferentes etapas del proceso de aprendizaje.
4) Enseñando y Aprendiendo: La evaluación puede ser una facilidad o una dificultad para la innovación en la educación. Al integrar las tecnologías digitales en el aprendizaje y la enseñanza, debemos considerar cómo esta puede mejorar las estrategias de evaluación existentes. Al mismo tiempo, también debemos considerar cómo se pueden usar para crear o facilitar enfoques de evaluación innovadoras. Los educadores digitalmente competentes deberían poder utilizar las tecnologías digitales dentro de la evaluación con esos 2 objetivos en mente.
Además el uso de tecnologías digitales en la educación, sea para fines evaluativos, aprendizaje, administrativos u otros, da como resultado una amplia gama de datos disponibles sobre el comportamiento de aprendizaje de cada alumno individualmente. Analizar e interpretar estos datos y utilizarlos para ayudar a tomar decisiones es cada vez más importante, complementado por el análisis de la evidencia sobre el comportamiento del alumno.
Al mismo tiempo, las tecnologías digitales pueden contribuir a monitorear directamente el progreso del alumno, facilitando la retroalimentación y permitiendo a los educadores evaluar y adaptar sus estrategias de enseñanza.
5) Empoderamiento de los estudiantes: Una de las clave de las tecnologías digitales en la educación es su potencial para apoyar estrategias pedagógicas centradas en el alumno e impulsar la participación activa de los alumnos en el proceso de aprendizaje y su propiedad sobre este. Por lo tanto, las tecnologías digitales se pueden utilizar para facilitar la participación activa de los alumnos, por ejemplo, al explorar un tema, experimentar con diferentes opciones o soluciones, comprender conexiones, encontrar soluciones creativas o crear un artefacto y reflexionar sobre él.
Además, las tecnologías digitales pueden ayudar a apoyar la diferenciación en el aula y la educación personalizada al ofrecer actividades de aprendizaje adaptadas al nivel de competencias, intereses y necesidades de aprendizaje de cada alumno individualmente. Al mismo tiempo, sin embargo, se debe tener cuidado de no sacar las desigualdades existentes (por ejemplo, en el acceso a tecnologías digitales o habilidades digitales) y garantizar la accesibilidad para todos los alumnos, incluidos aquellos con necesidades educativas especiales.
6) Facilitar las Competencias Digitales: La competencia digital es una de las competencias colaterales que los educadores deben inculcar a sus alumnos. Mientras que fomentar otras competencias colaterales, es solo una parte de las competencias digitales de los educadores de la manera en que se utilizan las tecnologías digitales, la capacidad de facilitar la competencia digital de los alumnos es una parte integral de la competencia digital de los educadores.
Porque por esto, esta capacidad merece un área específica en el marco DigCompEdu. La competencias digital de los estudiantes se recoge en el Marco Europeo de Competencia Digital para Ciudadanos (DigComp). Por lo tanto, el área DigCompEdu sigue la misma lógica y detalla cinco competencias alineadas en contenido y descripción con DigComp. Los titulares, sin embargo, se han adaptado para enfatizar la dimensión pedagógica y el enfoque dentro de este marco.
Según el JRC, el núcleo del marco DigCompEdu se define entre las áreas 2 y 5. Estas áreas, explican la competencia pedagógica digital de los educadores, es decir, las competencias digitales que los educadores necesitan para fomentar estrategias de enseñanza y aprendizaje eficiente, inclusivas e innovadoras.
Las áreas 1, 2 y 3 se ocupan de las etapas características de cualquier proceso de enseñanza, ya sea con el apoyo de tecnologías o no. Las competencias enumeradas en estas áreas detallas cómo hacer un uso eficiente e innovador de las tecnologías digitales en las áreas 2, 3 y 4.
El área 5 reconoce el potencial de las tecnologías digitales para las estrategias de enseñanza y aprendizaje centradas en el alumno. Este área es colateral a las áreas 2, 3 y 4, proporcionando un conjunto de principios relevantes y complementarios a las competencias específicas en estas áreas.
Sin embargo, la competencia más importante en todo el marco, como destacó JRC, se encuentra en el área 3: “Enseñanza y aprendizaje”. Esta competencia se refiere al diseño, planificación e implementación del uso de tecnologías digitales en las diferentes etapas del proceso de aprendizaje.